Ligia Velásquez

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"El peor escenario es salir a comer con alguien que no comparte"

Joanna Ruttenberg estudió diseño gráfico e industrial en Barcelona y siempre ha sido fiel devota del sushi. Sin embargo, para comer uno bueno, tenías que pagar un precio muy alto y tampoco es que había una gran oferta para el momento.

Curiosa por lograr hacer algo sabroso en casa, salía a comer con los amigos que estudiaban cocina para identificar aromas y sabores que luego pudiera replicar en casa. Decidió tomar cursos en España y en Texas con Ben San, quien tiene el restaurante Mr. Sushi: un clásico japonés que se atreve a inventar.

Lo curioso en su estadía en Mister Sushi, es que jamás tocó un roll. En la cultura japonesa, las mujeres no cocinan debido a que, según ellos, la temperatura de las mujeres puede dañar el pescado.

Así que, el maestro sushero, le puso una cuerdita a Joanna, amarrada a la cintura para que ella fuera donde él fuera y ahí aprendió a observar y emplatar todo lo que ahí se prepara durante tres semanas intensas.

Empezó a practicar y constantemente llegaban sus amigos con bolsas llenas de ingredientes y a pedirle que les cocinara. Comparte: “Yo cocinaba mis platos favoritos. Mis rolls eran horribles pero mis amigas me querían y eso ayudaba a que siguiera practicando”. Así que, en vista de que el diseño es mal pagado en Venezuela y esto le divertía, decidió empezó a hacerlos para vender en plan catering y ahora con este espacio privado donde reservas y vas a comer”.

No conforme, la diseñadora, se fue seis meses a vivir en un velero en Nueva Zelanda donde decidió que todos los días se comería el pescado que pescaban, en rolls hasta que lograra perfeccionar la técnica.

Cuando se formalizó su negocio, eran ella y el sushero. Hoy día cuenta con un equipo de puros hombres en la cocina, ella los dirige cual armoniosa orquesta y ofrece sushi burritos, pokes, rolls, donuts, hamburguesas todas con los ingredientes del sushi.

Esta joven cocinera de 29 años, revela: “El peor escenario es salir a comer con alguien que no comparte” y la entiendo. A mi también me gusta compartir y probar distintas cosas aunque… yo confieso que hay ciertos platillos que me cuesta compartir jajajaja.

Promete traer novedades en enero y te espera en su nuevo espacio que, sin duda, es uno de los más cool de la ciudad.

Para reservar en este mágico spot y probar sus propuestas, síguela en @misenplas