Ligia Velásquez

View Original

Carora deliciosa

Cuando Fortunato Herrera viajó a Paris y regresó, los caroreños le preguntaron que cómo era esa ciudad y al parecer su respuesta fue “Muy parecido a Carora pero un poco más grande”. A Herrera lo llamaban “Dr. Palito” porque fue quien trajo el termómetro al país desde la capital de Francia

He ido a Carora dos veces en mi vida. La primera vez que fui, yo llegué a mi casa diciendo que “Carora es como Nueva York”. Y no, no lo digo porque tengan rascacielos… no los tienen. Tampoco porque hay una diversidad cultural inmensa. Sencillamente, este lugar tiene estilo y su gente es lo máximo.

Cada región tiene sus particularidades e idiosincracia. Para mi, los caroreños son una gente maravillosa, culta, que destacan por su música, su gastronomía y su artesanía. Saben todo lo que tienen pero están tan seguros de ellos mismos, que no tienen necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. Ellos te invitan y te revelan sus secretos con humildad. Sin duda alguna son unos anfitriones maravillosos.

En esta oportunidad, Francisco Abenante me dio la oportunidad de acompañarlo con un pequeño grupo de personas que compartimos, entre otras cosas, el amor por Venezuela y así conocer a Caroreños que nos mostraron su tierra, su vida y todo lo que quieren compartir con todo aquel que los quiera visitar.

Aquí mi experiencia.

NO TE PONGAS “GUABINOSO” Y PRUEBA LA GUABINA FRITA

Justo antes de llegar a la posada Los Granados, debes parar en Arenales para comer en El carey de Enrique, el plato estrella del restaurante: el chicharrón de guabina. Y es que, todo lo que sea preparado en formato chicharrón siempre será un deleite.

La guabina es un pez de agua dulce. Es bastante particular porque está lleno de espinas y no tiene escamas por lo que es difícil atraparlo. De ahí la frase “no te pongas guabinoso”.

Hace 35 años, Enrique Arrieche decidió darle unos cortes a este pescado y freírlo, de forma que quedara como un chicharrón y a su vez se pudiera comer con todo y espinas.

Así que, cuando vayas, pide la ración completa: una bella bandeja llena de chicharrón de guabina, una ensalada fresca con un aderezo en su punto, yuca hervida y unas hojuelas de papas fritas quiboreñas que no tienen sentido. Disculpen la falta de objetividad pero realmente esta experiencia es un must. Puedes pedir pollo frito pero el atractivo es la guabina.

Da gusto escuchar que respetan la veda y para ello, se preparan para congelar grandes cantidades de kilos y así no dejar de ofrecer este producto al que le hacen cortes específicos para que pueda durar en perfecto estado sin dañarse.

Trabajan de 11:00 am a 6:00 pm, en un día pueden llegar a vender 100 kilos de pescado. Aquí nada se pierde: las cabezas las regalan para que la gente pueda hacer consomés e incluso con el espinazo hacen harina y se lo dan a los gallos como alimento.

Todo el equipo de mesoneros es súper amable y Manuel, quien nos atendió, siempre estuvo atento a que no nos faltara nada.

Guabina fresca en El Caney de Enrique. Arenales. Carora , Estado Lara.

La guabina, viene de la represa Atarigua y del Orinoco. Una vez que llega con toda su permisología, tienen su propia cuadrilla que se encarga de limpiarla y convertirla en filete. No se puede exponer al sol e influye cómo se guarda: lomo sobre lomo. Se congela de un lado, luego de otro y luego se apila. Lo que evita las espinas es el corte que le hacen que en los Llanos lo llaman tasado. Al momento de cocinarlo lo condimentan con especias, harina, sal y se fríe en cinco minutos.

Síguelos por @elcaneydeenrique

POSADA LOS GRANADOS

María de Lourdes Riera, mejor conocida como “Yudita”, trabajó como directora del teatro Alirio Diaz durante 15 años.

Un buen día decidió retirarse, se sentía enferma y quería cambiar su vida y entre sus sueños estaba tener algún día una posada.

Así pues, se fue con su hijo Fernando a buscar una casa que pudiera alquilar y entre una cosa y otra, los planes cambiaron, consiguieron una casa que se acomodaba a lo que buscaban y decidieron comprar.

Yudita comparte: “Yo creo en la fuerza del deseo y de la palabra. Desde niña, siempre pasé por esa casa, jamás entré pero siempre decía AMO esa casa”. Así que el universo escuchó u sus deseos cumplió.

La casa, casualmente la estaban embargando, así que era una oportunidad para comprarla a buen precio, solicitar un crédito y obtenerla. Decidieron restaurarla y aunque todos los bancos le negaron los créditos para hacerlo, un día recibieron una llamada del Banco Provincial y seis meses después le aprobaron su crédito que durante siete años le renovaron para que pudiera restaurar la casa.

La casa se construyó en 1930, Yudita la compró en septiembre de 2005, abrió al público el 1 de mayo de 2012 y su dueña todavía no se lo cree. También dicen que fue la primera casa construida por un arquitecto en Carora.

La posada cuenta con nueve habitaciones y está decorada con muebles originales. Cuando los caroreños se enteraron de que esta casa sería una posada, empezaron a llegar donaciones de muebles heredados por la familia y que antes de que se perderán en el tiempo, era mejor que alguien los aprovechara y el legado siguiera vivo. Así que aquí vas a vivir una verdadera experiencia caroreña.

Aquí, aunque no tienen restaurante, si lo deseas, puedes solicitar el servicio de desayuno criollo caroreño con sabor a casa de familia. Eso sí, Yudita aclara: “En la posada no me acerco a la cocina. Jamás me dejaron entrar en ella así que no sé cocinar”.

Esta no es solo una posada donde hospedarse es un punto de encuentro para vivir experiencias y gracias a ellos y sus aliados, la idea es que quien lo desee, pueda vivir la misma ruta que hicimos nosotros durante un fin de semana.

Cesil Alvarez, el esposo de Yudita, comparte: “Esta casa tiene egregor: una entidad psíquica superior cuando dos personas o elementos se juntan”.

Aunque no tienen restaurante, sí ofrecen desayunos carroños en caso de que lo desees y tienen unos chorizos de cerdo llamados Llonganiza y pimpineta (redondos) que son divinos.

Carolina Castillo es la gerente de la posada y revela “Es como mi casa y tengo visitas especiales todo los días. Por eso hacemos que sus visitas sean lo más agradables para que quieran volver”.

LA DULCERÍA CRIOLLA NO ES TAN DULCE

La granjería en Carora destaca por no ser empalagosa y a la vez es bastante refinada en texturas y sabores.

La tarde que llegamos a la posada Los Granados, tuvimos el placer de compartir con artesanos dedicados a la dulcería criolla de la zona. No solo hacen cosas deliciosas si no que llama la atención lo poco empalagosos que son.

Eso es una gran diferencia con Caracas donde a todo le agregamos azúcar y en abundancia.

Probamos las delicadas y delgadas galletas de la señora Eloína quien viene de Trujillo y durante una época las vendía dentro de las famosas latas de leche en polvo. Parecen unas hostias por lo delgadas que son y deben servir de base para postres fabulosos o para acompañar con un buen queso de cabra con mermelada.

En el caso de Oscar Ferrer, él aprendió de su abuela Rosario de Ferrer quien venía de Altagracia y tuvo 14 hijos. Ella hacía conservas de leche de cabra para dárselas a los muchachos de la comunidad y el nieto la ayudaba a “dormir la masa” para que no se le rompiera. “Dormir la masa” es darle paleta para luego hacerlas en forma de cubos.

También probamos unos dulces elaborados con buche, un cactus que se da en la zona y es elaborado por la Sra Marlén Navas que está en El Yabal.

Dulce de leche y conservas de buche (cactús de la zona)

Finalmente, la merienda cerró con la señora Zoraide Timaure, quien elabora unas refinadas empanadas de conserva de coco. Cuenta que su mamá fue alumna de Monchita Martínez, quien hacía pancito dulce entre otras granjerías y su papá hacía catalinas. “Yo siempre quería hacer algo y mi mamá contaba que había un señor que hacía unas empanadas de coco, así que empezamos a hacer pruebas de la receta. Duré mucho tiempo aprendiendo y echando a perder las empanadas de coco hasta que di con la receta que era”.

LAS VENDIMIAS EN POMAR

Si eres entusiasta del vino, entonces debes visitar Bodegas Pomar que, durante años, varios de sus vinos han merecido reconocimientos internacionales por la calidad de sus productos. Desde hace un tiempo, venezolano que se aprecie, compra los espumosos de la marca porque están espectaculares.

Pomar tiene dos vendimias anuales: una en marzo/abril y otra en agosto/septiembre además de un paseo enogastronómico con la intención de desmitificarlo la gastronomía regional y el plan siempre es fabuloso porque las actividades que se desarrollasen torno al tema siempre son celebrados por quienes han asistido.

En esta oportunidad, Guillermo y Rosangela nos recibieron para enseñarnos parte de las bodegas e invitarnos a cenar lechón en caja china que de china no tiene nada. Este plato es 100% caroreño y se mete de cuatro a cinco horas en una caja con sal, ajo, pimienta, orégano y canela y se cocina en sus propios jugos. Esa caja se tapa y sobre ella se coloca la brasa para que se cocine con cocción lenta. Esta maravilla es elaborada por el Sr. Mario y su hijo Ricardo Cordero.

La cena fue maravillosa: iniciamos con una crema. Luego una ensalada de lechuga con palien, esferas de queso de cabra y vinagreta de mostaza miel para luego comer el lechón y finalizar con unas catalinas con dulce de lechosa.

Parte del plan enoturístico es que puedas probar el desayuno caroreño, ir a la Casa de la Cultura, visitar la capilla, conocer a un luthier que elabora cuatros, probar la mamonada (ya hablaré de ello en uno de los post) y por supuesto probar el lechón en caja china de la familia Cordero.

QUESOS LAS CUMBRES

De esos caroreños maravillosos que conoces en Carora, están las Semidey. Mujeres trabajadoras y siempre risueñas con la intención puesta en Venezuela y en hacer productos de calidad a través de la leche de cabra.

Después de tantos años de conocerlas, tuve el placer de visitar su centro de producción y conocer la cantidad de productos que poseen y que yo desconocía: cuentan con una línea cremosa con 16 sabores, entre 4 y 5 tipos de quesos madurados, suero, mantequilla, crema, ricotta y un fabuloso dulce de leche.

La leche de cabra es de productores locales y a veces también traen del estado Falcón. Trabajan con empeño para estandarizar los niveles de grasa en sus productos.

Además, nos presentaron a Luis Herrera, un nuevo emprendedor quien acaba de iniciar su negocio: unos tequeños de masa negra con ceniza de carbón de cují, que están llenos de queso de cabra Las Cumbres y hay dos versiones: uno con ajoporro y el otro con chorizo. Debo decir que están buenísimos. La masa es fantástica, el queso resiste el calor y las cantidades de los otros ingredientes son en su justa medida.

Para los curiosos, les tengo el dato: los venden en Caracas en el bodegón Le Marche.

BEBIDAS QUE SABEN A GLORIA Y LA MAMONADA

¿Qué es la mamonada? Imagina un granizado de mamón con leche. Es eso, es una bebida dulce, no empalagosa y refrescante que te ayuda a ver el mundo más bonito en medio de tanto calor.

La Sra. Gladys Berna de Mendoza, desde hace más de 24 años vende mamonada y obleas en su tienda Granizados Carora. Un pequeño espacio donde los locales hacen cola para comer esta delicia en versión granizado y versión helado, de 11 de la mañana a 6 de tarde y de lunes a sábado.

El esposo de la Sra. Gladys, observaba que la cosecha de mamón variaba todo el año y por eso intentaron hacer helados granizados con este producto. Luego integraron las obleas que también elaboran ellos mismos. Las compran a productores de la zona y ellos se encargan del proceso: se despulpan y se congelan. Llama la atención que de este fruto nada se desperdicia: con las cáscaras y semillas complementan el alimento de los cerdos.

La dueña comparte: “Hay que querer el negocio para mantenerse y no me pienso detener”

#CulturaCaroreña Llaman zaperoco al jugo de mamón, con leche y azúcar y cuando lo pasan por la sorbetera se transforma en mamonada.

SI TE GUSTA EL COCUY

Antes de regresar a Caracas, tuvimos el placer de conocer a Sebastián uno de los socios del cucuy Bicuye Cherry que tiene la particularidad de macerar el cerezo de Lara, que es más acido que el semeruco, en Cocuy. Su proceso, da como resultado un tono rojizo y un sabor ideal para consumir como digestivo.

Sebastián comparte: “Vamos a trabajar en el país por el país” y por eso, se esmeran en producir este destilado con calidad en El Tocuyo.

HACIENDA SOGORÉ

Si disfrutas de la naturaleza, si el aire puro te hace falta y te gustan los paisajes criollos, aquí podrás aprovecharlo al máximo. El camino para llegar está lleno de cactus de diversas variedades y unos árboles preciosos con flores amarillas llamado Curarí.

Al llegar, te recibe un grupo de música que toca Tamunangue y durante un buen rato puedes conocer a profundidad sobre este baile y su significado. Puedes probar los embutidos de AAA Global así como los quesos de Lácteos La Baragüeña.

Aquí podrás comer también la auténtica comida caroreña: lomo de cerdo prensado, caviar caroreño: unas caritas negras refritas a las que se les agrega queso, se vuelve a cubrir con caritas y otra capa de queso y luego se lleva al horno.

Dos grupos musicales se presentaron en nuestro paseo: Los golpeemos de Curarigua Don Pío Alvarado y Los Golperos de Carora al son de negro quienes tocaron tamunangue y no hay quinto malo.

Diccionario caroreño (urbano) Gerardo castillo también era quesero y profesor en el liceo egidio Montesinos. Su hermana tiene la ruta de los quesos María Laura castillo 04168151155

COSAS QUE APRENDÍ EN CARORA:

  • Al chicharrón lo llaman “carrao”

  • Al guacamole lo llaman “salpicón” y el aguacate no está tan triturado

  • Llaman “zaperoco” al jugo con mamón con leche y azúcar y cuando lo pasan por la sorbetera se transforma en mamonada

  • El 8 de septiembre cumplió Carora 450 años

  • El 5 de octubre es la caminata de la Virgen de la Chiquinquirá

¿TE ANIMAR A IR A CARORA?

Entonces reserva ya: