De las cosas que más disfruto en gastronomía, es la oportunidad de ser jurado en exámenes y concursos de cocina.

Te encuentras de todo: talento, inspiración, investigación, dedicación, sazón, honestidad así como también te topas con la soberbia y la flojera. Aún así, cada experiencia es tan distinta que salgo sonriendo.

Hace poco tuve el honor de ser invitada al examen de cocina saludable de los alumnos de @chefcampusvzla y digo el honor porque pocos restaurantes en Caracas ofrecen algo tan sabroso y posible como lo que comí ahí.

Ver qué además utilizaron vegetales marinos, tostaron la quinoa para hacer esferas de queso de cabra, trabajaron con peras en dos texturas para una ensalada, hicieron una fina crema de zanahorias, jugaron con las texturas de un pescado para hacer una teja de chicharrón, entre otras cosas, fue algo súper grato.

Que son estudiantes y tienen la vida por delante para ajustar cosas: sí, pero se sintió el esmero, la conceptualización y las ganas de cocinar rico.

En Venezuela hay gente enfocada en lo que quiere y con su trabajo demuestra que sí hay posibilidad de un país mejor.

Gracias a la escuela y a @miguelacholacho por siempre tenerme presente para entender y conocer hacia donde van los nuevos cocineros.