Con el corazón en Alto

Nuestro país pasa por momentos de reflexión continua, de análisis y planteamientos. Están los que se van los que se quedan, los que su plan de la A a la Z siempre será Venezuela y los que un buen día se despiertan y deciden que prefieren cambiar su rumbo y permitirse vivir algo normal

Siento que quienes están dedicados a la gastronomía, aquí en Venezuela, pasan por un proceso interesante de producto y de descubrimiento de la despensa nacional y la verdad es que Alto, ya tiene rato en esto.

Hace poco presentaron su nuevo menú donde el mar fue el protagonista de la noche para acentuar el Caribe que todos llevamos dentro.

Para los amantes del chicharrón,la cena inició con “fuegos artificiales” la piel crujiente de pescado con toques picantes que entusiasmaron a quienes estuvimos ahí.

La propuesta de cachapa también conmovió: dulzura, texturas y cremosidad nos pusieron a pensar en cada bocado en homenaje al maíz.

Hago una pausa para pedir disculpas si toda la experiencia suena poética, pero la verdad es que lo que probamos, no solo estuvo lleno de sabor y técnica, sino de una serie de texturas y temperaturas al mismo tiempo, que pocas veces se viven en Venezuela con tan buena ejecución.

El atún curado con caldo corto de célery era una explosión de sensaciones en boca: frío, temperatura ambiente, ácido, todo ameritaba que prestaras atención y vivieras las sensaciones que generaba el plato.

Para los amantes de los sabores fuertes y salados, el arroz pegado con sabores del mar, donde las huevas estaban presentes, fue una maravilla.

Luego sirvieron un parguito operado con camarones y calamares, que sabía a playa, al punto que varios pensaron “faltó el arroz” y el flat iron steak con repollo asado sorprendió con la mezcla de sabores y con la particularidad de hacer del repollo un plato con el que soñar comer otra vez.

El cierre fue con un postre llamado Cocotero, donde obviamente el coco en diversas texturas y temperaturas te recordaban a algún postre tradicional de infancia.

Escribo estas palabras y por casualidad veo el capítulo de Chef´s Table dedicado a Alain Passard y su restaurante Arpège que cuenta con tres estrellas Michelin y está considerado como uno de los principales cocineros dedicados a trabajar los vegetales con la importancia que se le da a una proteína.

Así es Alto: un restaurante que aunque maneja muy buenas proteínas, ha presentado menús espectaculares donde solo participan los vegetales y frutos secos sin que te genere melancolía la ausencia de carnes.

Además, el esfuerzo de los cocineros y mesoneros se siente en el servicio que ofrecen.

Bravo Alto. Bravo a todos quienes participaron para que este restaurante sea una realidad desde el inicio y por quienes actualmente están en él para seguir ofreciendo propuestas y creatividad.

A mi querido Carlos García, chef ejecutivo de este espacio: felicidades porque trabajar un menú a distancia y confiar plenamente en tu equipo, en su talento y su dedicación demuestran que hay corazón y lo llevan en Alto.

COORDENADAS:

  • Primera avenida de Los Palos Grandes. Urbanización Los Palos Grandes. Caracas, Venezuela.