Kjolle y el encuentro de los paisajes peruanos
En Lima, se come en otro código. Sin importar dónde lo hagas, siempre tendrás productos de calidad y sabrosísimos. Si además vas a los sitios top o más vanguardistas, entonces hay una serie de simbologías extra que disfrutarás
Tuve el privilegio de conocer Kjolle de Pía León donde la experiencia empieza cuando llegas al jardín de la casa y las hierbas se hacen sentir con sus intensos aromas: romero, menta impregnan el camino que te invita a entrar.
Luego, giras a la derecha donde te recibe una sala llena con una cantidad valiosa de piezas artesanales, especias, ingredientes y vajillas, que te dan la bienvenida. Es aquí, desde esta fantástica exposición, que se siente el reconocimiento al artesano y al productor.
Finalmente con la degustación entiendes que el menú es el encuentro entre los paisajes peruanos, de norte a sur, de este a oeste, porque Pía, habla en Kjolle de eso: “los productos de mar se encuentran con otros de valles, lagos de altura, montañas y bosques amazónicos”, así lo definen ellos.
En una entrevista al portal web Gastrolab, Pía comparte: “En Kjolle es todo mucho más libre, es más como yo soy; es un lugar de instintos y momentos. Invariablemente ves cosas de Central, porque Central también vive en mí, pero en Kjolle no trabajamos con ecosistemas, ni cada plato viene de una sola altura, más bien encuentras productos de la selva, pero con toques de Los Andes si nos provoca…”.
En la web del restaurante explican su significado:
(Buddleja Coriacea) es un árbol que crece en alturas extremas. En Perú, en los sistemas altoandinos, se rodea de otras especies que resisten esas condiciones de clima... Además, tiene una flor naranja brillante, que tiñe con ese color textiles e infusiones
Ese tono forma parte de la paleta de colores del restaurante con origen definidos por Mater Iniciativa @mater.in el centro de investigación que se encarga de viajar por todo el país para conocer los productos que se dan y bajo una curaduría importante, llevar lo mejor a Central y a Kjolle. Aquí hay un trabajo intenso en cuanto a técnicas ancestrales.
El menú degustación está lleno de sabor y significado. De hecho, en cada uno hay tantos ingredientes involucrados que es difícil, como comensal, memorizarlos.
Aún así, queda una clara intención en que los sabores se respeten al máximo sin la necesidad de hacer muchos cambios ni modificaciones en su esencia. Eso sí: aquí se busca cómo aprovechar al máximo las virtudes del ingrediente y transformarlo (preservando sus sabores) en resultados deliciosos e innovadores.
Cada vajilla, cada detalle presente en esa mesa va más allá de una simple decoración: una hoja de alguna planta regional está bordada con hilos naturales que se tiñeron con tintas orgánicas de algún pueblo y se coloca en uno de los tiempos de la degustación para contar una historia.
El playlist está cuidadosamente seleccionado y te transporta a un espacio natural donde los pajaritos pían.
No en vano, Kjolle se posicionó en 2023 con el puesto 28 en la lista de los 50 Best de Latinoamérica.